Copacabana

Este pueblo fronterizo con el Perú, país con el que comparte la soberanía sobre el lago navegable más alto del mundo, vive de y para el mar. Su eslogan es: "El mar nos pertenece, luchemos por él".

La orilla del lago en esas horas de luces indefinidas y de transición, mezclando lo natural y lo artificial.

Una preciosa niña, el mar, el embarcadero y un niño con triciclo. Más abajo, una cancha de futbito a casi 4000 metros sobre el nivel del mar.

Bolivia

Desde Puno (Perú) nos dirijimos hacia el sur bordeando el Lago Titicaca hasta cruzar la frontera con Bolivia. Nuestra primera parada fue en Copacabana, un pueblecito situado en la orilla de este mar, como lo llaman los lugareños. Después pasaríamos unos días inolvidables en la Isla del Sol, antes de marchar hacia La Paz y empezar nuestro recorrido por el inmenso, espectacular e inhóspito altiplano boliviano, hasta llegar a Argentina.

Los Uros, Lago Titicaca

Desde Puno hicimos una visita a las islas flotantes de Los Uros, en el lago Titicaca. Dice la leyenda que decidieron vivir sobre el mar, como lo llaman ellos, ante el asedio de los Incas. Se sienten los dueños del lago. Y no es para menos, cientos de familias descendientes directos de una de las culturas más antiguas de América sobreviven balanceándose sobre las frías aguas del Titicaca. Son más de cuarentas islas las que forman el archipiégalo. Todas hechas de totora (junco que crece abundatemente en el lago), al igual que sus casas y embarcaciones.

La Raja

Dejamos atrás el Valle Sagrado de Los Incas y seguimos nuestro camino para alcanzar el Lago Titicaca por la parte peruana. En la punto más alto (4.500 m.s.n.m.) de esta cordillera que sirve como frontera entre los departamentos de Cusco y Puno, hacemos un descanso. Los cigarrillos a esta altura no son lo mismo.

Machu Picchu

Machu Picchu (cima vieja) es la obra maestra del Imperio Inca. Construido a mediados del siglo XV, no fue descubierto por los occidentales hasta 1.911 (Hiram Bingham). Está situado en medio de un cañón por donde corren las aguas del río Urubamba, que prácticamente lo rodea casi 180º.
El emplezamiento no puede ser más espectacular. Al amanecer, la niebla que reposa sobre la cuenca del río empieza a elevarse con los primeros rayos de sol. ¡Es algo mágico!

Ana tumbada sobre una roca de Huayna Picchu (cima joven) y Norman saliendo de La Gran Caverna.

Ollantaytambo, Valle Sagrado de Los Incas

A mitad de camino entre Cuzco y Machu Picchu y en el centro estratégico del Valle Sagrado de los Incas se encuentra esta ciudad que fue constuida con fines militares, religiosos y agrícolas.

Plaza principal de Ollantaytambo.

Los nuevos imperios y los mismos sometidos.

Cuzco

Dicen de Cuzco que es uno de los puntos más energéticos de la Tierra, quizás por ello Los Incas hicieron de esta ciudad el ombligo del mundo.
Todavía no se sabe cómo emsamblaban y transportaban las piedras en una época donde aún no existía la rueda. En la imagen central está la emblemática piedra de los doce ángulos, con más de dos metros de profundidad y un peso de varias toneladas, por cuyas juntas no cabe ni un alfiler.

Escaparates que en su interior muestran el oro (que otrora fuera el móvil de la ambición conquistadora más sangrienta de los españoles) y las joyas de las firmas más renombradas en busca de los turistas más pudientes y que a la vez reflejan la popular Plaza de Armas.
El maniquí muestra sonriente su diente de oro, icono estético del cuzqueño.

"...y el curioso color del colorado..." decía la canción.

Huanchaco

Huanchaco mantiene viva una tradición ancestral gracias al caballito de totora, hecho a mano a base de entrelazar juncos (totora). Usado aún por los pescadores locales, ya era utilizado hace más de mil años por los Moches. Ahora se reparten las olas con surfistas que llegan desde cualquier parte del mundo.

Chan Chan

Vino del mar, no se sabe de dónde, en una flota de balsas, con toda su corte y guerreros, llegó a la costa norte de lo que hoy es el Perú, en el valle de Moche y fundó un reino. Su nombre era Tacaynamo y fue el primer soberano de Chan Chan, la ciudad más importante de Chimú. Tuvo un hijo llamado Guacricaur, y éste, uno al que llamó Ñancempinco. Fueron diez los reyes de esta dinastía . El último, Minchancaman, fue derrotado por los Incas, quienes destruyeron la ciudad y dividieron al reino. Así cuenta la leyenda de Tacaynamo, recogida en el documento "Historia Anónima" escrita en 1604 por algún cronista español, que narra la fundación de Chan Chan y del reino de Chimor.

Chan Chan es la ciudad de adobe más grande de América.