Hace ya más de quinientos años que la iglesia llegó a estas tierras. Ahora, en el Lago de San Pablo, donde se concentran muchas comunidades idígenas, crecen toda clase de templos cristianos: evangelistas, testigos de Jehová,... La mayor parte de dicha población ya se ha convertido para que sus almas no residan en el infierno. ¿Continúa la cruzada?
En la fotografía podréis observar lo bien acompañados que íbamos en el autobús.
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