Los atardeceres en Kamala eran así, espectaculares y maravillosos. Eran el acontecimiento diario más esperado. En las fotografías inferiores están Ana y Claudia intengrándose en el paisaje.
¡Clau! Ahora que te echamos de menos y tú añorarás estos ratitos, te mandamos el más grande de los besos. Suerte.
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